lunes, 19 de julio de 2010

Desahogo automovilístico

A las wenas, nunca había escrito por aquí para quejarme, pero hoy me hacía falta, mas que nada, por comentar la cantidad de anormales que llevan un volante.
El motivo de que esté así, sucedió el domingo, iba yo con mi chica hacia el centro coemrcial augusta (de Zaragoza) para ver una peli, y habíamos cogido la Z40. Yo, como soy un poco vago, tenía puesto el control de velocidad a unos 120 KMh, y me puse a adelantar a otro vehículo que debía de ir a unos 110 o menos.
Hasta ahí todo normal, lógicamente al adelantar, miré por los retrovisores y aunque vi un seat león blanco, este estaba a más de 50 metros, por lo que me decidí a seguir con la maniobra. Cuando iba a volver a meterme a la derecha, me dí cuenta de que ese coche que estaba tan lejos se me había quedado a escasos metros lamiéndome el culo - A saber a cuanto debía de ir para alcanzarme tan rápido - Cuando terminé de adelantar y volví al carril derecho, fue cuando el conductor del león, empezó a hacer exhibición de su limitada inteligencia. Pues pese a que si el se había quedado detrás de mi a escasos metros, era culpa suya por no haberse dado cuenta antes de mi movimiento y/o ir a demasiada velocidad; su retraída mente pensó que era culpa mía por ir a 120 en una carretera que permitía ir a… 120. Así pues en un alarde de brillante intelecto, se colocó delante de mi nada mas pasarme y frenó. Lógicamente yo pensaba que iba a ponerse delante de mí y seguir su camino, como hacen las personas normales, por lo que me pilló por sorpresa y casi me lo tragué. En el primer segundo, imaginé que quizá tenía que frenar por algún problema, pero en realidad el problema estaba en su cerebro, porque al ver que el reducía velocidad trate de adelantarlo y el también se puso a la izquierda. En fin, por suerte, aquel sujeto experimental cuando tuve que volver ooootra vez a la derecha, al fin hizo lo que debía haber hecho desde el principio, y siguió su camino a altas velocidades. Pensé en picarme con el, pero en primer lugar me frenó el pensar en la persona que tenía al lado, y en segundo lugar, mi coche con motor de “chichinabo”, no me habría permitido hacer gran cosa. Al menos las cuatro personas que puso en peligro el prófugo de zoológico que era aquel ser, no sufrimos daño alguno, pero podría no haber sido así.
sé que la gente que coge la carretera todos los días, es muy posible que le haya apsado algo así, pero esta es la primera vez que me ocurrió a mi. No entiendo como puede haber tales anormales con una responsabilidad como el conducir, circulando por la carretera. Los que leáis esto, hacedme un favor, si tenéis algún desacuerdo con alguien mientras conducís, bajad la ventanilla y llamaos de todo menos guapo; pero por favor, no hagáis subnormalidades cuando tengáis un volante y varias vidas en vuestras manos, y menos a tales velocidades.
 Un saludo conductores.

 PD: Y si creo en facebook el grupo “Yo también me crucé con un anormal al volante”… ¿Quién sabe? Ya se verá.