viernes, 23 de septiembre de 2011

¡¡El cielo caerá sobre nuestras cabezas!!

Bueno vale, quizá el cielo no, pero lo que si va a caer sobre la Tierra es el UARS (Upper Atmosphere Research Satellite), traducido como satélite de investigación de la atmósfera superior. Este juguetito fue puesto en órbita hace 20 años y entre otras muchas funciones, se encargaba de recopilar datos sobre el cambio climático.
Pero pese a que su caída está predicha para hoy: 23 de septiembre de 2011, el satélite ya había dejado de funcionar en 2005, pues que se quedó sin combustible. Según dice la NASA, todo esto está dentro de lo normal, tuvo la duración predicha, y cumplió su misión correctamente. Ahora bien, el mayor problema viene ahora, ya que no está claro donde va a caer.
Y es que este artilugio de cerca de 6 toneladas y 10 metros de longitud, podría causar algún estrago si se decidiera a estrellarse en una zona habitada. Según se estima, la re-entrada podría producirse entre las 20 y las 00 hora española. Al parecer no se atreven, o no quieren decir un lugar aproximado del impacto, pero según parece, lo más posible es que caiga en el mar. Si averiguo algo pronto actualizo.
En fin, que si alguien tiene un paraguas anti-satélites, que lo saque hoy; pues es el mejor día para estrenarlo.
Un saludo.


EDITADO:

Y tal como prometí, aquí estoy de nuevo para informar finalmente sobre en qué quedó el tema. Primero pido disculpas por no haber actualizado antes, pero tuve algunos temas personales por lo que no pude hacerlo tan pronto como quise; pero ahora, aquí estoy de nuevo. 
Volviendo al tema del satélite, finalmente cayó esa misma noche entre las 3:30 y las 04:00 GMT (hora de Greenwich, en España es GMT +1 así que fue entre las 4:30 y las 5:00). El recorrido del objeto abarco desde la costa Este de África, hasta una zona poco concreta del Pacífico Sur.


La zona exacta, no ha podido ser concretada, es más, los restos del satélite pueden haberse irrigado a lo largo de varios kilómetros de distancia; así que si algún pescador de Oceanía encuentra una pieza de alta tecnología en sus redes, que la venda por ebay, que seguro que se gana un buen dinero.
Bromas a parte, a mí personalmente, este suceso me ha hecho perder un poco de confianza en los afamados técnicos de la NASA. Confieso que hasta hace poco, no había pensado nunca en el destino final de todos los satélites y basura espacial que orbitan nuestro planeta. Pero es posible que sea el mismo que el de este aparato y el de la estación espacial MIR: Reentrar en la atmósfera terrestre y estrellarse contra su superficie. 
Esto me ha hecho pensar en la posibilidad de que la famosa llamarada solar que puede nos alcance en el próximo año; podría hacer que algunos satélites perdieran su órbita y tuviesen el final anunciado; esto podría traer algunos problemas.
De todos modos, confiemos en que si esto sucediese, al ser la (mal llamada) Tierra, agua en su mayoría; lo más probable es que estos aparatos acaben cayendo en el mar sin provocar daños mayores.
Al final van tendrán razón los galos y todo...
Un saludo.