jueves, 4 de agosto de 2011

En el fondo del mar Báltico matarile-rile-rile

En el fondo del mar Báltico matarile-rile-ron Chis-pon; perdón, un ligero cruce de cables. Aun así, precisamente en es lugar que he mencionado, es donde se ha hecho el hallazgo del que hoy voy a hablar.
Y es que cuando Peter Lindberg, - Rescatador de naufragios, dedicado especialmente a la recuperación de botellas de bebidas alcohólicas en buques hundidos. - miró la imagen que se dibujó en la pantalla de su sonar el pasado 19 de julio; se quedó extrañado al ver lo que interpretó como un círculo perfectamente definido de 18 metros de diámetro. El misterioso objeto, se encuentra a una profundidad de 87 metros, y no parece una formación natural.


Imagen por sonar del lecho marino.

Además de esto, para añadir mas polémica al tema, Lindberg cree distinguir algo similar a marcas de arrastre junto al objeto (a la derecha del círculo en la imagen). Lo extraño es, que según declaraciones del rescatador, no le interesa comprobar que podría ser dicho objeto:

"No está en nuestra esfera de interés un objeto como este, ya que podría no darnos ningún servicio"

"No podemos permitirnos gastar los fondos solo para echarle un vistazo, aunque resultase al final un nuevo Stonehenge"

Independientemente de lo que pueda ser este objeto, una formación natural, las ruinas de una civilización conocida o no,  un aeroplano experimental de algún gobierno, o incluso un aparato de origen desconocido; parece extraño que Lindberg no quiera bajar siquiera a comprobar cual de las opciones es al correcta. La inmersión a esa profundidad, puede hacerla fácilmente un buzo bien equipado; ni siquiera es necesario usar algún tipo de mini-submarino tripulado o a radio-control.

La cuestión es, que si finalmente este objeto es algo artificial, lo más probable es que fuera algún prototipo experimental. Después de todo, no sería extraño que siguiendo con la costumbre de hace años, los gobiernos siguieran experimentando con aviones de esta forma.
Un caso concreto, es el llamado proyecto Silberbug (página en inglés), que significa insecto o bicho de plata o plateado. Este proyecto llevado a cabo en los 1950s, consistiría en el diseño y experimentación con aviones con forma de platillo volante; lo que hace pensar que ya por aquel entonces, se intentaba emular el diseño de los platillos OVNI, pero si realmente se tenía alguno de muestra, o no se podía entender la tecnología usada, o era irrecuperable.
De entre estos aviones, quizá uno de los más conocidos es el Avrocar, nombre coloquial del Avro Canada VZ-9AV.


De todos modos, los resultados no fueron suficientemente convincentes como para seguir adelante con el proyecto, o al menos eso dicen.

Volviendo al tema principal, lo que pudiera haber bajo las aguas del Báltico, seguro que sea lo que sea atraería al atención de algún colectivo: Si es una curiosa formación natural, de geólogos marinos. Si son los restos de alguna construcción, a arqueólogos e historiadores. Si fuera algún prototipo humano, a los países rivales del creador y al creador mismo. Y si fuera un OVNI... A los científicos, a los ufólogos, y seguramente a la gran mayoría del mundo. Entonces ¿Qué impide que se haga esta exploración? Si son los fondos, no debería ser tan difícil encontrar un patrocinador. Así que aunque no soy conspiranóico, en esta ocasión casi se me hace pensar que alguien no quiere que se descubra lo que hay ahí abajo.

Personalmente, si estuviera en mis manos, bajaría a averiguarlo hasta a pulmón, y eso que apenas se chapotear :-). De todos modos, no estoy seguro si Lindberg ha hecho publicas las coordenadas del objeto, o quizá al final su idea principal sea el venderlas al mejor postor. Cosa que, seguramente, sería un gran negocio; así que de momento solo nos queda esperar, como otras tantas veces. Y esperemos que, como por desgracia sucede tantas veces, este tema, NO se pierda en el olvido.
Os mantendré informados.

ACTUALIZACIÓN:

Como os dije, os mantendría informados sobre esta noticia; pues me parece bastante interesante. Resulta que Lindberg, en un grupo de facebook llamado The Ocean Explorer, ha puntualizado un "pequeño" detalle sobre el objeto hayado en el fondo del báltico. Por lo visto en lugar de 18 metros ¡Mide 60! La explicación de esta confusión, la entenderéis al leer el comentario publicado:

Peter Lindberg
And once again, please spread the word that the circel is 60 meters across and not 60 feet!

Cuya traducción, más o menos sería:

Peter Lindberg
Y una vez más, pasad la voz ¡El círculo tiene 60 metros de ancho, no 60 pies! *

*60 pies = 18,28800 metros

Con esta noticia, en mi opinión, toma más fuerza la teoría de que son algún tipo de ruinas; pues si fuera una forma natural, cuanto más grande fuera, más difícil sería que mantuviera una forma circular. Aun así, de momento solo podemos seguir especulando. Habrá que seguir atentos.