lunes, 25 de abril de 2011

¡Que me parta un rayo!

…O si acaso mejor, que caiga en el suelo. Porque si ese suelo es arenoso, se generará una pieza de fulgurita; el curioso mineraloide del que hoy os quiero hablar.
Tal vez algunos, hayáis visto cierta película llamada Sweet Home Alabama. En ella, aparece le recreación artística de como podría ser este material.



Pero la realidad, está algo lejos de esta imagen tan, podríamos decir, onírica; y el verdadero aspecto de este material, dista mucho, a mi criterio, de ser algo tan estéticamente bello.



Pero independientemente de que parezca una… Cosa así, la fulgurita es un material que merece una entrada sobre curiosidades.

Y es que desde hace ya mucho tiempo se sabe de la fulgurita, claro que al ser su origen un fenómeno muy poco habitual, no es demasiado conocida por el gran público. Como he dicho antes, este mineraloide es el resultado del impacto de un rayo en un suelo arenoso, rico en silicatos. Que precisamente, para quien no lo sepa, son la materia prima del vidrio. Por este hecho, parecería lógico pensar que efectivamente lo que nos vamos a encontrar sería algo similar a lo de la primera foto, pues el vidrio se funde alrededor de los 1500 ºC, y un rayo alcanza cerca de los 30.000 ºC; el problema es que aunque alcancen tales temperaturas, solo lo hacen durante una millonésima de segundo. Por ello el resultado del impacto de un rayo en la arena,  no puede compararse al de una exposición a menor temperatura pero de más tiempo. Además de que las propias impurezas del suelo, contribuyen al resultado.
Así pues, al contrario de lo que la lógica apuntaba al principio, lo normal es que en vez de unas preciosas “raíces” de vidrio, la fulgurita sea un conjunto de tubos ramificados de aspecto basto y constitución frágil. De hecho, a la dificultad de encontrar un impacto que dé como resultado el mineraloide, hay que añadir que su fragilidad no ayuda nada a su extracción. Según wikipedia, el fragmento de este material mejor conservado, se hallaría en la Academia de Ciencias Naturales de Filadelfia, el cual fue descubierto en 1940; pero la verdad es que no he encontrado una foto claramente señalada del mismo por ningún lado. Así que para finalizar esta mini entrada, os dejo la que me ha a parecido más curiosa e interesante (o al menos gorrrrda) ;-)